Causa de la osteoartritis finalmente revelada como una respuesta inmune a retos biomecánicos de la zona subcondral
La resonancia magnética aclara la etiopatodenia de la osteoartritis
El microambiente subcondral consta del estrato óseo situado por debajo del cartílago articular y la línea de cemento que delimitan sus partes anatómicas: el plato óseo subcondral compacto (SBP) y el área ósea trabecular. El primero, si bien está calcificado, es a la vez multiporoso y está entrecruzado de múltiples vasos sanguíneos y de fibras nerviosas. El área trabecular consta de hueso canceloso subyacente al SBP y está sujeta a remodelación ósea permanente. El microambiente subcondral proprociona tanto el soporte mecánico como el nutricional del cartílago articular. Cambios del microambiente subcondral, por ende, afectan directa o inderectamente el estado del cartílago y en forma especial, metabólicamente.
Tomado de (Coaccioli, Sarzi-Puttini, & Zis 2022)
En el microambiente subcondral en una rodilla normal, los cartílagos articulares del fémur y la tibia constan de un estrato subyacente y delimitante calcificado de cartílago. El hueso subcondral por debajo del estrato calcificado SBP, está formado de hueso cortical y el cual eventualmente hace transición a una zona de hueso trabecular, la cual es relativamente porosa y metabólicamente activa.
Las lesiones que afectan el microambiente subcondral son llamadas comúnmente “lesión de la médula ósea” (BML), o también “edema” o “anomalidad edema-simil” y no fueron identificadas hasta que la resonancia magnética de protón de densidad sopesada, entrara en uso. Consisten en áreas no-cisticas, de difícil delimitacíón y de alta resonancia que aparecen por debajo del estrato calcificado en el cartílago articular de la rodilla, la cual, constituye la osteoartritis (OA) de mayor incidencia. Estudios por varios autores centrados en los cambios revelados por resonancia magnética se han correlacionado con, un recambio y remodelación trabecular acelerada, cambios histológicos no-caracteristicos y carentes de quistes, aumento del TGF-β, hipervascularización e inervación sensorial aberrante que, en conjunto, denotan un trastorno del microambiente subcondral y por su presencia en las etapas tempranas de la OA, luce como la causa de la inducción y la progresión de la manifestación clínica. En suma, la presencia de lesiones tempranas subcondrales en sujetos que eventualmente desarrollan el cuadro clínico de OA de la rodilla, seguidas por agravaciones radiológicas y microfracturas y signos de unión tardía ósea o de no-unión con agravación del cuadro clínico de dolor más inenso y constante, junto a la obvia correlación de microfracturas con trauma, corrobora que los cambios son debidos a estrés mecánico persistente que genera una respuesta biomolecular de la inmunidad dainnata en el SBP y el área ósea trabecular. La remodelación del hueso subcondral se posiciona por ende como un elemento clave de la OA que altera el microambiente subcondral (Perry, Parkes, & Hodgson 2020; Donell 2019; Hu, Chen, & Wang 2021). La subversión del microambiente subcondral y las microfracturas que intensifican la comunicación subcondral/cartílago articular conducen a fisuras del cartílago articular y a pérdida de cartílago, a la penetración del SBP por factores inflamatorios y a la activación subentrante de la inmunidad adaptativa y redundan en un proceso crónico fibro-granular de toda la articulación, con títulos altos sinoviales de la COX-2, abundantes macrófagos y células CD4+ T que se activan mutuamente y que también activan a los linfocitos B, con producción de autoanticuerpos que afectan adversamente a los condrocitos y que no encuentra resolución (Coaccioli, Sarzi-Puttini, & Zis 2022). De ahí que la OA viene denominada ahora por algunos, como una “herida que no cierra” (Huston 2023).
Cuadro comparativo Resonancia Magnética e Histología
Área de baja resonancia homogénea (flechas blancas) corresponden a engrosamiento trabecular en la histología (flechas negras). (Tomado de(MacKay, Murray, & Kasmai 2017)
Cambios secuenciales osteocondrales durante la evolución de la OA
Tomado de (Coaccioli, Sarzi-Puttini, & Zis 2022)
(Izquierda) La OA temprana se caracteriza por remodelación de SBP. Con la progesión de la enfermedad, por pérdida de los proteoglicanos de la matriz del catílago articular se inicia erosión de la trama del colágeno que causa fisuras profundas en el catílago y su delaminación, con la exposición de la capa de cartílago calcificado y del hueso subcondral. Con la exposición, el hueso crotical aumenta su grosor.
(Derecha) Los condrocitos se agrupan en manojos durante la OA temprana pero algún grado de apoptosis se manifiesta también en las zonas más profundas. Gradualmente por mecanotransducción asumen un fenotipo hipertrófico. La zona de cartílago calcificado se expande e invade el cartílago articular hialino, con duplicación de la línea delimitante. El proceso es iniciado por una penetración neurovascular la cual se dirige a la encrucijada osteocondral.
El nuevo enfoque abre una nueva oportunidad para el tratamiento de la osteoartritis
El método de control de microambientes por capas introduce facetas de intervención sobre factores los cuales previamente nunca fueron superados ante un reto a la homoestasis y por consecuencia, dada la ineficacia de las intervenciones, perduran de forma subyacente y frustan la resolución del trastorno. Con el método, esta deficiencia se elimina y se logra resolver sin inflamación retos de la homeostasis de la unidad crítica de respuesta al estrés, o sea, el tejido, y cuando se capta la ventana de la inmunidad innata constitutiva (uso tempestivo), de reparar el daño por regeneración. De manera que los cambios iniciales descritos de la zona subcondral son revertidos y se restituye el estado previo del tejido (Feoli-Tufi et al. 2024).
Bajo la evidencia de origen traumático de la OA arriba expuesta, por las ventajas que ofrece el método de control de microambiente por capas, es posible revertir el proceso en sus etapas iniciales. No obstante, dicho método puede ofrecer un mejoramiento de la enfermedad también en sus etapas avanzadas.
Visto el origen subcondral de la patología, la aplicación tópica que caracteriza al tratamiento debe de centrarse principalmente en aplicar el producto inmediatamente por debasjo de la rótula y sobre el área subcondral de la tibia, para la OA de la rodilla. Una vez completada la aplicación subcondral, el producto puede asimismo ser aplicado al resto de la articulación. Con el énfasis de aplicación tópica en el área subcondral, los resultados son excepcionalmente favorables.
Referencias
Coaccioli, S., Sarzi-Puttini, P., & Zis, P. (2022). Osteoarthritis: New Insight on Its Pathophysiology. Journal of Clinical Medicine, 11(20), 6013.
Donell, S. (2019). Subchondral bone remodelling in osteoarthritis. EFORT Open Reviews, 4(6), 221–229.
Feoli-Tufi, E., Madrigal Redondo, G., Sandi Flores, J., & Porras jara, D. (2024). The goldilocks zone of healing: An unexploited resource for advanced healing. 2024th ed. OSF.
Hu, Y., Chen, X., & Wang, S. (2021). Subchondral bone microenvironment in osteoarthritis and pain. Bone Research, 9(1), 1–13.
Huston, P. (2023). Why osteoarthritis of the knee is called “a wound that does not heal” and why Tai Chi is an effective treatment. Frontiers in Medicine, 10, 1208326.
MacKay, J. W., Murray, P. J., & Kasmai, B. (2017). Subchondral bone in osteoarthritis: Association between MRI texture analysis and histomorphometry. Osteoarthritis and Cartilage, 25(5), 700–707.
Perry, T. A., Parkes, M. J., & Hodgson, R. J. (2020). Association between bone marrow lesions & synovitis and symptoms in symptomatic knee osteoarthritis. Osteoarthritis and Cartilage, 28(3), 316–323.
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