Salud Oral y Enfermedades del Aparato Respiratorio Bajo
Una salud oral deficiente, genera una enorme presión ecológica que facilita el establecimiento de disbiosis entre las comunidades bacterianas que conviven en la cavidad oral. Estos cambios en el sistema ecológico bucal favorece a los odontopatógenos. De manera que las actividades diarias como la masticación, el cepillado y el uso de hilo dental puedan ser inductoras de bacteremia de patógenos orales y mediadores de inflamación sistémica en los sujetos con periodontitis, debido a la microulceración del epitelio sulcular y al tejido periodontal lesionado. Una buena salud oral y el mantenimiento de una microbiota equilibrada previene la diseminación de las bacterias patógenas orales a otros sitios del cuerpo humano (Kilian, Chapple, & Hannig 2016).
Estudios metagenómicos en pacientes con COVID-19 reportan alta frecuencia de bacterias cariogénicas y periodontopatógenos en estos pacientes, fortaleciendo la noción de que existe una conexión entre la microbiota oral y las complicaciones del COVID-19 (Chakraborty 2020). También existe evidencia de los periodontopatógenos y la patogénesis de las enfermedades del aparato respiratorio bajo y las enfermedades inflamatorias sistémicas crónicas como la diabetes tipo2, la hipertensión arterial y las enfermedades cardiovasculares y que, frecuentemente, son citadas como de riesgo aumentado para sufrir complicaciones del Covid-19 e incluso la muerte. Según estudios recientes, el mecanismo más probable que explica la susodicha relación consiste en la aspiración de bacterias orales hacia el aparato respiratorio bajo, con alteración del epitelio respiratorio y la liberación de citocinas asociadas y la alteración de la mucosa que se torna permisiva a la adherencia de patógenos (Scannapieco 1999; Azarpazhooh & Leake 2006). Asimismo, las intervenciones en salud oral en pacientes con neumonía mejoran notablemente la evolución de los pacientes y reducen la mortalidad. Se considera que 1 de 10 pacientes que han muerto por neumonía en asilo de ancianos de edad ≥65, es recuperable mediante la salud oral mejorada (Sjögren, Nilsson, & Forsell 2008). Igualmente, ha sido estudiado que una salud oral mejorada, reduce significativamente la incidencia de neumonía en pacientes intubados en unidades de cuidado intensivo (Mori, Hirasawa, & Oda 2006).
Referencias
Azarpazhooh, A., & Leake, J. L. (2006). Systematic review of the association between respiratory diseases and oral health. Journal of Periodontology, 77(9), 1465–1482.
Chakraborty, S. 2020. Metagenome of sars-cov2 patients in shenzhen with travel to wuhan shows a wide range of species – lautropia, cutibacterium, haemophilus being most abundant – and campylobacter explaining diarrhea. OSF Preprints.
Kilian, M., Chapple, I. L. C., & Hannig, M. (2016). The oral microbiome – an update for oral healthcare professionals. British Dental Journal, 221(10), 657–666.
Mori, H., Hirasawa, H., & Oda, S. (2006). Oral Care Reduces Incidence of Ventilator-Associated Pneumonia in ICU Populations. Intensive Care Medicine, 32(2), 230–236.
Scannapieco, F. A. (1999). Role of oral bacteria in respiratory infection. Journal of Periodontology, 70(7), 793–802.
Sjögren, P., Nilsson, E., & Forsell, M. (2008). A systematic review of the preventive effect of oral hygiene on pneumonia and respiratory tract infection in elderly people in hospitals and nursing homes: Effect estimates and methodological quality of randomized controlled trials. Journal of the American Geriatrics Society, 56(11), 2124–2130.
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